divago y de repente me giro: el humo escala mis piernas y huye de mí (ojalá fuera tan fácil). en la nave soy yo misma, desnuda y tímida por el miedo ingenuo de la nuez descascarillada. las distracciones no me sirven, el alma; no me basta su desnudez. quiero más, no hay suficiente agua en esta bañera para calmar mi sed de volver a mi antiguo antro, de volver a verla a ella otra vez.