Me dueles. Aún me dueles, como los gritos de la piel en fuego, como las ansias de la abstinencia del deseo.
Mil mascaras apiladas fingiendo, pero me tocas la herida abierta, cuando me miras, cuando me besas.
Late en ti el recorrido de tus manos, cuando te escucho, cuando te siento.
Me conoces, y escondes el sentimiento con la boca, cuando tu cuerpo narra otra cosa, y te refugias en varias rosas, pero sé que la mía es la que gozas, cuando te toco, cuando me tocas, cuando te siento, cuando me sientes.
Me conoces, pero lo escondes y yo lo escondo, pero lo niegas y yo lo niego, y así bailamos el tango de este juego, y aún me dueles... Sí que dueles.