qué bónito es estar viva estar joven y estar viva qué bónito está el cielo cubierto de nubes grises transparentes de papél nuestros días ocupados y llenos de pápel qué se vea apenas el sol a punto de llover qué exquisitas las palabras que le susurras a mi hombro cuando me buscas tú o te busco yo cuando toco apénas tu rostro con miedo a que te hagas humo te desvanezca el sol y resbales de mis manos (como todo lo que quisiera tener) te pregunto sobre una cicatriz que tienes arriba de los labios sobre lo rasposo de tus palmas lo hermoso de tus manos que obedecen tan divina imaginación tu inteligencia, tu visión qué bónita tu concentración también con enojo o melancolía tristeza o frustración lo que hay detrás de tus ojos eres música y color qué bónita la sorpresa imagína mi extrañeza al ver a los ojos alguien que viera el mundo como yo cuando conocí apenas tu rostro sin percibir algo especial de la nada en esos labios discurso sin forzar sobre lo bello y lo sensible (en ese instante me perdiste) me hablaste primero de belleza así que deja te contesto aquí va mi respuesta (y te digo en que me perdí) lleno hojas de belleza la que veo en tu existir
qué bónito estar viva estar jóven y estar viva qué bónito día tan gris qué bónito está el cielo qué bónita tu nariz y qué linda tu boca cuando hablas del mar qué dulce tu voz y melodía tus metáforas marinas sobre agua y licór que con dulzura frenética describes el amor qué gentiles tus manos cuando juegas con mis dedos cuando entiendes de que hablo concordamos en qué cosas sì importan; y tú me importas cuando estando solos no nos sentimos solos (¡aunque te llegue solo al hombro!) lejos de quien no entiende que me miren a los ojos y digan que nada bueno saldrá de lo que siento por tí infinito como el mar tenías razón con lo del mar pensé que ya se había dicho todo lo que se podría decir sobre el mar ahora veo la perpetuidad infinitud desconocida el mismo asombro que veo en tí mi fascinación con las estrellas las del cielo y las de tus ojos la gran bóveda y tu aura azùl ambas me cubren siempre cuando te escucho cantar o hablar cuando me preguntaste que era lo que me gusta de tí y aquí está mi respuesta mira de cuantas maneras te las digo qué bónito el cielo; qué bónito existir al mismo tiempo y sin tocarte te juro que no son tus pestañas ni tus lunares, manchas de Apollo ni las mariposas en mi estomago es ver lo que eres tal eres poderte decir todo esto tan bónito que siento por tí que me veas tal y como soy cuando te miro a los ojos y que te veas también a ti mismo a través de mis ojos