Siento tanto frio mi amor, más agradezco todo tu calor, gracias por acogerme en el dolor por amarme con paciencia y pasión.
Siento mucha gratitud, contigo me siento en plenitud, te regalo mi juventud, vamos creciendo en amplitud, reemplazando la inquietud con certitud, aflojando la acritud, brindándonos en toda pulcritud, dejando el tumulto y las multitudes, las lasitudes y vicisitudes de la vida, entregarnos cada día, con respeto y valentía, en el cansancio y la apatía, abrazándonos en una banca de madera, reforzando nuestra entrega.
Recordándonos que mientras lleguemos tú y yo a ese encuentro, la vida nos continuara sonriendo, porque tú y yo siempre podremos inventarnos otro suspiro, por este nuestro idilio de amor, abrazados en una banca de madera, rodeados por el olor de la tierra, con los pies firmes en suelo y nuestro amor volcando por los cielos.