Las corolas de mi jardín completamente se abrirán festejando que ha llegado ese día, en que este amor se realizara.
Mi trémulo corazón de felicidad en mí no cabe, se han vuelto rojo los Tréboles que afloran nuestro arrojo.
Enigmática noche llena de ilusión, viviremos por siempre en plenilunio, amando esa lluvia de junio, que despierta los lotos que iluminaran como foco los senderos de este amor.
La agorera soledad hoy por fin, ha marchado, como las laderas de aquellos desencantos hoy tan lejanos y ha quedado la fortaleza que florece cuando al amor encontramos.