Que se desliza tu pelo del viento forastero ya lo saca y con él al abedul cercano ata a nosotros a lo largo de un beso.
Pero hacia nuestras articulaciones nuestra propia voluntad no andará. Causas de, en las ramas, agitaciones, y , que son de los bosques, reflexiones arriba y abajo nos soplarán.
Y más cerca de la impensada cosa nos anhelamos – dos humanos seres; déjanos que aprendamos de la rosa lo que soy yo y lo que tú eres.