Tu mi mejor sorpresa. Mi hombre sabor a fresa. El que me convierte presa de sus caprichos y la razón de que mi mirada este refrescantemente fresca.
Tu mi sueño más premiado, mi amor más preciado, desde que viniste tu el valor de la vida has apremiado.
Me cotizas los besos con algún que otro bello gesto. Soy inmensamente feliz cuando te sorprendo y con tu embelesaste sonrisa agrandas un poquito más este amor que sigue creciendo entre sorpresas, abrazos y besos.
Solo le pido a Dios, que siga soplando esa magia que existe entre nos. Que siga bendiciendo por siempre este amor. Que siga estrechando la soga de esta pasión. y que me de vida, salud, y candor para sorprenderte una y otra vez…. Hasta que sea tiempo de decir adiós.