Serena era la sinfonía que producía su boca En mi alma generaba una armonía como ningún otra, Pero desde que sus labios me olvidaron En ninguna otra boca he hallado, esas sus notas
Y por mas melodías que escuche en otros labios No se comparan con la armonía que me producía su boca, Jamás pensé que algún día se silenciarían los cantos Que me daban alegría y me detenían las horas
Ahora solo me queda el recuerdo de sus dulces notas Una leve musicalidad que se repite en mi mente Por las noches cuando duermo creo escuchar su boca Y me despierto en un lamento y es mi alma quien se duele.