¿Podrías besarme el rostro a pesar de ser horrendo y tener la cara llena de espinillas y granos? Oh, mi pequeña puta, ésta noche manché las sábanas sin querer, de nuevo -lo lamento-, con mi sangrado nasal descontrolado y mi ***** desgraciado. Ya no me molesto en limpiarme, creo que hace tiempo dejó de importarme. No tiene caso, nada lo tiene, nada lo tuvo. ¿O sí? Siento desapego, si te soy sincero, creo que tengo un poco de miedo.
Quisiera que estuvieses aquí, tal vez así, podría dormir. Realmente, no quisiera morir.
A veces me pides que te cuente cosas y la verdad, a veces sólo quisiera contarte tus lunares.
Desencantado de estar desencantado. Ya no veo la hora de ver la hora.