No le temas a mis aguas, ni a su variante meneo, no le temas cuando se alzan mucho menos cuando calman.
No le temas a mis aguas, que a veces fluyen y a veces se estancan, que a veces se limpian, también pueden ensuciarse, Pueden sustentarte o arrasarte, todo depende de cuánto me tientes la naturaleza.
No le temas a mis aguas, son pacíficas y a veces violentas, casi siempre son tan dulce como miel, y a veces se mezclan en aguas salineras.
No le temas a mis aguas, bebe de ellas con confianza, sacia tu cuerpo sediento en ellas, que mi flora como esponja se infla con tus ganas. Sumérgete en mis aguas, que mis minerales nutrirán tus tierras.
No le temas a mis aguas, que te han esperado para que en ellas te empapes, y deposites tu reserva en mi desembocadura.