Puedo vivir sin el sol y la luna, puedo vivir sin la primavera y su lluvia, puedo vivir sin un poema de Neruda, hasta sin agua y oxígeno si fuese preciso, mas, sin tu recuerdo, no quiero, ni puedo vivir.
Ese recuerdo que vive presente, que persiste en mi mente, recordándome tu ausencia, esa lluvia--mojándome de tu realidad, que aunque fría y oscura-- le daba luz a mi existencia.
No te preocupes, no te voy a llamar, no te pienso buscar, ya me mude a un planeta donde no hay lunas, ni sol, ni poemas, no hay agua, ni oxígeno, pero allí puedo sobrevivir, con tu amado recuerdo.