Ayer, lo vi después de tanto tiempo, es lo más bonito que me ha pasado. Sentí un asalto al corazón, un ‘tranquilízate’……. no desmanes tanto.
Ayer, lo vi después de tanto tiempo, y me transporte a espacios que Dios todavía no ha creado.
No sabía si besarlo, quise besarlo…. no me atreví a besarlo. Lo abrace desde lo más profundo de mi ente, y al estrecharme entre sus brazos, santiamente, sentí el ardor de verano y el estofado invierno cuando dejamos de sujetarnos.
Quería fijamente mirarlo, temí que mis ojos evidenciaran mi corazón nerviosamente palpitando. Ese corazón agitado y embebecido por dentro, llorando de alegría por ese encuentro, y, también, de tristeza por todavía amarlo.
Ayer, lo vi después de tanto tiempo, es lo más bonito que me ha pasado. No ha cambiado nada. Él siempre tan cubierto, Y yo, siempre desnudando el alma.
Ayer, lo vi después de tanto tiempo. Lo peor, no fue verlo, fue resignarme otra vez!