Vaquillona con cuero y un vinillo, de Mendoza, notable.
-¡A la criolla, amigo! el dueño de la estancia. -¡A la criolla, Señor! la esposa, en sus percales. -¡A la criolla, Don! un peón malicioso. Un amigo: -¡A la criolla, che Fernández!
Blando en la diestra una costilla pingüe, larga y curvada como un viejo sable.