¡Ya su perfil zancudo en el regato, en el azul el cielo de ballesta, o, sobre el ancho nido de ginesta, en torre, torre y torre, el garabato de la cigüeña!... En la memoria mía tu recuerdo a traición ha florecido; y hoy comienza tu campo empedernido el sueño verde de la tierra fría. Soria pura, entre montes de violeta. Di tú, avión marcial, si el alto Duero adonde vas, recuerda a su poeta al revivir su rojo Romancero; ¿o es, otra vez, Caín, sobre el planeta, bajo tus alas, moscardón guerrero?