Lo recuerdo... Un pintor me lo retrata, no en el lino, en el tiempo. Rostro enjuto, sobre el rojo manchón de la corbata, bajo el amplio sombrero; resoluto
el ademán, y el gesto petulante -un si es no es- de mayorazgo en corte; de bachelor en Oxford, o estudiante en Salamanca, señoril el porte.
Gran poeta, el pacífico sendero cantó que lleva a la asturiana aldea; el mar polisonoro y sol de Homero
le dieron ancho ritmo, clara idea; su innúmero camino el mar ibero, su propio navegar, propia Odisea.