Cantan los niños En la noche quieta: ¡Arroyo claro, Fuente serena!
¿Qué tiene tu divino Corazón en fiesta?Un doblar de campanas, Perdidas en la niebla.
Ya nos dejas cantando En la plazuela. ¡Arroyo claro, Fuente serena! ¿Qué tienes en tus manos De primavera?
Una rosa de sangre Y una azucena.
Mójalas en el agua De la canción añeja. ¡Arroyo claro, Fuente serena! ¿Qué sientes en tu boca Roja y sedienta?
El sabor de los huesos De mi gran calavera.
Bebe el agua tranquila De la canción añeja. ¡Arroyo claro, Fuente serena! ¿Por qué te vas tan lejos De la plazuela?
¡Voy en busca de magos Y de princesas!
¿Quién te enseñó el camino De los poetas?
La fuente y el arroyo De la canción añeja.
¿Te vas lejos, muy lejos Del mar y de la tierra?
Se ha llenado de luces Mi corazón de seda, De campanas perdidas, De lirios y de abejas, Y yo me iré muy lejos, Más allá de esas sierras, Más allá de los mares Cerca de las estrellas, Para pedirle a Cristo Señor que me devuelva Mi alma antigua de niño, Madura de leyendas, Con el gorro de plumas Y el sable de madera.
Ya nos dejas cantando En la plazuela. ¡Arroyo claro, Fuente serena! Las pupilas enormes De las frondas resecas, Heridas por el viento, Lloran las hojas muertas.