La primera vez no te conocí. La segunda, sí. Dime si el aire te lo dice. Mañanita fría yo me puse triste, y luego me entraron ganas de reírme. No te conocía. Sí me conociste. No me conociste. Ahora entre los dos se alarga impasible, un mes, como un biombo de días grises. La primera vez no te conocí. La segunda, sí.