A veces me figuro que estoy enamorado, y es dulce, y es extraño, aunque, visto por fuera, es estúpido, absurdo. Las canciones de moda me parecen bonitas, y me siento tan solo que por las noches bebo más que de costumbre. Me ha enamorado Adela, me ha enamorado Marta, y, alternativamente, Susanita y Carmen, y, alternativamente, soy feliz y lloro. No soy muy inteligente, como se comprende, pero me complace saberme uno de tantos y en ser vulgarcillo hallo cierto descanso.