Eres hija del mar y prima del orégano, nadadora, tu cuerpo es de agua pura, cocinera, tu sangre es tierra viva y tus costumbres son floridas y terrestres.
Al agua van tus ojos y levantan las olas, a la tierra tus manos y saltan las semillas, en agua y tierra tienes propiedades profundas que en ti se juntan como las leyes de la greda.
Náyade, corta tu cuerpo la turquesa y luego resurrecto florece en la cocina de tal modo que asumes cuanto existe
y al fin duermes rodeada por mis brazos que apartan de la sormbra sombría, para que tú descanses, legumbres, algas, hierbas: la espuma de tus sueños.