Oh Cruz del Sur, oh trébol de fósforo fragante, con cuatro besos hoy penetró tu hermosura y atravesó la sombra y mi sombrero: la luna iba redonda por el frío.
Entonces con mi amor, con mi amada, oh diamantes de escarcha azul, serenidad del cielo, espejo, apareciste y se llenó la noche con tus cuatro bodegas temblorosas de vino.
Oh palpitante plata de pez pulido y puro, cruz verde, perejil de la sombra radiante, luciérnaga a la unidad del cielo condenada,
descansa en mí, cerremos tus ojos y los míos. Por un minuto duerme con la noche del hombre. Enciende en mí tus cuatro números constelados.