Debo burlarme de mí mismo, vagabundo con pasaje de ida y vuelta. Fabricante de nubes, inquieta el viento de otoño. Debo burlarme de mí mismo, de mi niñez de sotana. 1 En el texto escolar hipopótamos y caníbales. Recuerdo haber paleado arena en una goleta de cabotaje. ¡Era tan hermoso el crepúsculo desde la cabaña abandonada! Y aquel viejo bergantín encallado, con los mástiles ennegrecidos, y los largos libros bancarios con viruelas de tinta. Ah sí, debo burlarme de mí mismo en aquel otro ausente que ya apenas soy yo en el fondo de sus retratos.