...Eres tan misteriosa como la voz del viento Eres tan atrayente como un abismo ¡Abismo lleno de rosas frescas! ...Eres, como el contento, expresiva y voluble. Ama el romanticismo
tu alma, le dispensa igual recibimiento a la blanca ilusión que al ***** sensualismo. Eres tan turbadora como un presentimiento, y cruel y a la paz piadosa, tal como un espejismo.
Por esas vaguedades que en tu ser adivino, por saberte dudosa, por saberte imprecisa, y porque nada esperas de Dios ni del destino.
Yo amo tu alma, sutil como un jirón de brisa, y tu cuerpo estatuario, que son la ostia y el vino con que consagro a Venus esta erótica misa.