Te digo adiós, y acaso te quiero todavía. Quizás no he de olvidarte, pero te digo adiós. 1 No sé si me quisiste... No sé si te quería... O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado, y loco, me lo sembré en el alma para quererte a ti. No sé si te amé mucho... no sé si te amé poco; pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo, 2 y el corazón me dice que no te olvidaré; pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo, tal vez empiezo a amarte como jamás te amé. 3
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida, mi más hermoso sueño muere dentro de mí... Pero te digo adiós, para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en ti.