Tú dices que has vivido, quizás. Puede ser cierto. No importa si eres joven ni importa tu vejez. Haber vivido, a veces significa haber muerto, porque a veces los hombres mueren más de una vez.
La vida es poca cosa. Qué más da su medida, si el que vive más años no siempre vive más; porque un instante, a veces, llena toda una vida, y a veces ese instante no se vive jamás.
Tú dices que has vivido, quizás. Yo no sé nada. No sé lo que te queda del tiempo que se fue. Y acaso, en el misterio de una noche estrellada, te encogerás de hombros sin preguntar por qué.
Lo demás llega y pasa: pobres cosas de un día, fantasma de su sueño, formas de tu ilusión; nada más que hojas secas en tu mano vacía, nada más que hojas secas sobre tu corazón,
sin embargo, no importa. Ya llegará el olvido. Después de un gran silencio, como un punto final. Y te sabrá a ceniza lo poco que has vivido, cuando pasen mil años y todo siga igual.