Submit your work, meet writers and drop the ads. Become a member
Y el Alma se asustó
a las cinco de aquella tarde azul desteñida.
El labio entre los linos la imploró
con pucheros de novio para su prometida.

El Pensamiento, el gran General se ciñó
de una lanza deicida.
El Corazón danzaba; más, luego sollozó:
la bayadera esclava estaba herida?

Nadal Fueron los tigres que la dan por correr
a apostarse en aquel rincón, y tristes ver
'los ocasos, que llegan desde Atenas.

No habrá remedio para este hospital de nervios,
para el gran campamento irritado de este atardecer)
Y el General escruta volar siniestras penas
allá ................................

en el desfiladero de mis nervios!
  780
 
Please log in to view and add comments on poems