Se pedía a grandes voces: -Que muestre las dos manos a la vez. Y esto no fue posible. -Que, mientras llora, le tomen la medida de sus pasos. Y esto no fue posible. -Que piense un pensamiento idéntico, en el tiempo en que un cero permanece inútil. Y esto no fue posible. -Que haga una locura. Y esto no fue posible. -Que entre él y otro hombre semejante a él, se interponga una muchedumbre de hombres como él. Y esto no fue posible. -Que le comparen consigo mismo. Y esto no fue posible. -Que le llamen, en fin, por su nombre. Y esto no fue posible.