-Si te amara... qué sería? -Una orgía! -Y si él te amara? Sería todo rituario, pero menos dulce. Y si tú quisieras? La sombra sufriría justos fracasos en tus niñas monjas. Culebrean latigazos, cuando el can ama a su dueño? -No; pero la luz es nuestra. Estás enfermo... Vete... Tengo sueño! (Bajo la alameda vesperal se quiebra un fragor de rosa.) -Idos, pupilas, pronto... Ya retoña la selva en mi cristal!