El mediodía en la calle, atropellando ángeles, violento, desgarbado; gentes envenenadas lentamente por el trabajo, el aire, los motores; árboles empeñados en recoger su sombra, ríos domesticados, panteones y jardines transmitiendo programas musicales. ¿Cuál hormiga soy yo de estas que piso? ¿qué palabras en vuelo me levantan? «Lo mejor de la escuela es el recreo», dice Judit, y pienso: ¿cuándo la vida me dará un recreo? ¡Carajo! Estoy cansado. Necesito morirme siquiera una semana.