Después de todo qué complicado es el amor breve y en cambio qué sencillo el largo amor digamos que éste no precisa barricadas contra el tiempo ni contra el destiempo ni se enreda en fervores a plazo fijo
el amor breve aún en aquellos tramos en que ignora su proverbial urgencia siempre guarda o esconde o disimula semiadioses que anuncian la invasión del olvido en cambio el largo amor no tiene cismas ni soluciones de continuidad más bien continuidad de soluciones
esto viene ligado a una historia la nuestra quiero decir de mi mujer y mía historia que hizo escala en treinta marzos que a esta altura son como treinta puentes como treinta provincias de la misma memoria porque cada época de un largo amor cada capítulo de una consecuente pareja es una región con sus propios árboles y ecos sus propios descampados sus tibias contraseñas
he aquí que mi mujer y yo somos lo que se llama una pareja corriente y por tanto despareja treinta años incluidos los ocho bisiestos de vida en común y en extraordinario
alguien me informa que son bodas de perlas y acaso lo sean ya que perla es secreto y es brillo llanto fiesta hondura y otras alegorías que aquí vienen de perlas
cuando la conocí tenía apenas doce años y negras trenzas y un perro atorrante que a todos nos servía de felpudo yo tenía catorce y ni siquiera perro calculé mentalmente futuro y arrecifes y supe que me estaba destinada mejor dicho que yo era el destinado todavía no se cuál es la diferencia
así y todo tardé seis años en decírselo y ella un minuto y medio en aceptarlo
pasé una temporada en buenos aires y le escribía poemas o pancartas de amor que ella ni siquiera comentaba en contra y yo sin advertir la grave situación cada vez escribía más poemas más pancartas realmente fue una época difícil
menos mal que decidí regresar como un novio pródigo cualquiera el hermano tenía bicicleta claro me la prestó y en rapto de coraje salí en bajada por la calle almería ah lamentablemente el regreso era en repecho
ella me estaba esperando muy atenta cansado como un perro aunque enhiesto y altivo bajé de aquel siniestro rodado y de pronto me desmayé en sus brazos providenciales y aunque no se ha repuesto aún de la sorpresa juro que no lo hice con premeditación
por entonces su madre nos vigilaba desde las más increíbles atalayas yo me sentía cancerbado y miserable delincuente casi delicuescente
claro eran otros tiempos y montevideo era una linda ciudad provinciana sin capital a la que referirse y con ese trauma no hay terapia posible eso deja huellas en las plazoletas
era tan provinciana que el presidente andaba sin capangas y hasta sin ministros
uno podía encontrarlo en un café o comprándose corbatas en una tienda la prensa extranjera destacaba ese rasgo comparándonos con suiza y costa rica
siempre estábamos llenos de exilados así se escribía en tiempos suaves ahora en cambio somos exiliados pero la diferencia no reside en la i
eran bolivianos paraguayos cariocas y sobre todo eran porteños a nosotros nos daba mucha pena verlos en la calle nostalgiosos y pobres vendiéndonos recuerdos y empanadas
es claro son antiguas coyunturas sin embargo señalo a lectores muy jóvenes que graham bell ya había inventado el teléfono de aquí que yo me instalara puntualmente a las seis en la cervecería de la calle yatay y desde allí hacía mi llamada de novio que me llevaba como media hora
a tal punto era insólito mi lungo metraje que ciertos parroquianos rompebolas me gritaban cachádome al unísono dale anclao en parís
como ven el amor era dura faena y en algunas vergüenzas casi insdustria insalubre
para colmo comí abundantísima lechuga que nadie había desinfectado con carrel en resumidas cuentas contraje el tifus no exactamente el exantemático pero igual de alarmante y podrido me daban agua de apio y jugo de sandía yo por las dudas me dejé la barba e impresionaba mucho a las visitas
una tarde ella vino hasta mi casa y tuvo un proceder no tradicional casi diría prohibido y antihigiénico que a mi me pareció conmovedor besó mis labios tíficos y cuarteados conquistándome entonces para siempre ya que hasta ese momento no creía que ella fuese tierna inconsciente y osada
de modo que no bien logré recuperar los catorce kilos perdidos en la fiebre me afeité la barba que no era de apóstol sino de bichicome o de ciruja me dediqué a ahorrar y junté dos mil mangos cuando el dólar estaba me parece a uno ochenta
además decidimos nuestras vocaciones quiero decir vocaciones rentables ella se hizo aduanera y yo taquígrafo
íbamos a casarnos por la iglesia y no tanto por dios padre y mayúsculo como por el minúsculo jesús entre ladrones con quien siempre me sentí solidario pero el cura además de católico apostólico era también romano y algo tronco de ahí que exigiera no sé qué boleta de bautismo o tal vez de nacimiento
si de algo estoy seguro es que he nacido por lo tanto nos mudamos a otra iglesia donde un simpático pastor luterano que no jodía con los documentos sucintamente nos casó y nosotros dijimos sí como dándonos ánimo y en la foto salimos espantosos
nuestra luna y su miel se llevaron a cabo con una praxis semejante a la de hoy ya que la humanidad ha innovado poco en este punto realmente cardinal
fue allá por marzo del cuarenta y seis meses después que daddy truman conmovido generoso sensible expeditivo convirtiera a hiroshima en ciudad cadáver en inmóvil guiñapo en no ciudad
muy poco antes o muy poco después en brasil adolphe berk embajador de usa apoyaba qué raro el golpe contra vargas en honduras las inversiones yanquis ascendían a trescientos millones de dólares paraguay y uruguay en intrépido ay declaraban la guerra a alemania sin provocar por cierto grandes conmociones en chile allende era elegido senador y en haití los estudiantes iban a la huelga en martinica aimé cesaire el poeta pasaba a ser alcalde en fort de france en santo domingo el PCD se transformaba en PSP y en méxico el PRM se transformaba en PRI en bolivia no hubo cambios de siglas pero faltaban tres meses solamente para que lo colgaran a villarroel argentina empezaba a generalizar y casi de inmediato a coronelizar
nosotros dos nos fuimos a colonia suiza ajenos al destino que se incubaba ella con un chaleco verde que siempre me gustó y yo con tres camisas blancas
en fin después hubo que trabajar y trabajamos treinta años al principio éramos jóvenes pero no lo sabíamos cuando nos dimos cuenta ya no éramos jóvenes si ahora todo parece tan remoto será porque allí una familia era algo importante y hoy es de una importancia reventada
cuando quisimos acordar el paisito que había vivido una paz no ganada empezó lentamente a trepidar pero antes anduvimos muy campantes por otras paces y trepidaciones combinábamos las idas y las vueltas la rutina nacional con la morriña allá lejos viajamos tanto y con tantos rumbos que nos cruzábamos con nosotros mismos unos eran viajes de imaginación qué baratos y otros qué lata con pasaporte y vacuna
miro nuestras fotos de venecia de innsbruck y también de malvín del balneario solís o el philosophenweg estábamos estamos estaremos juntos pero cómo ha cambiado el alrededor no me refiero al fondo con mugrientos canales ni al de dunas limpias y solitarias ni al hotel chajá ni al balcón de goethe ni al contorno de muros y enredaderas sino a los ojos crueles que nos miran ahora
algo ocurrió en nuestra partícula de mundo que hizo de algunos hombres maquinarias de horror estábamos estamos estaremos juntos pero qué rodeados de ausencias y mutaciones qué malheridos de sangre hermana qué enceguecidos por la hoguera maldita
ahora nuestro amor tiene como el de todos inevitables zonas de tristeza y presagios paréntesis de miedo incorregibles lejanías culpas que quisiéramos inventar de una vez para liquidarlas definitivamente
la conocida sombra de nuestros cuerpos ya no acaba en nosotros sigue por cualquier suelo cualquier orilla hasta alcanzar lo real escandaloso y lamer con lealtad los restos de silencio que también integran nuestro largo amor
hasta las menudencias cotidianas se vuelven gigantescos promontorios la suma de corazón y corazón es una suasoria paz que quema los labios empiezan a moverse detrás del doble cristal sordomudo por eso estoy obligado a imaginar lo que ella imagina y viceversa
estábamos estamos estaremos juntos a pedazos a ratos a párpados a sueños soledad norte más soledad sur para tomarle una mano nada más ese primario gesto de la pareja debí extender mi brazo por encima de un continente intrincado y vastísimo y es difícil no sólo porque mi brazo es corto siempre tienen que ajustarme las mangas sino porque debo pasar estirándome sobre las torres de petróleo en maracaibo los inocentes cocodrilos del amazonas los tiras orientales de livramento
es cierto que treinta años de oleaje nos dan un inconfundible aire salitroso y gracias a él nos reconocemos por encima de acechanzas y destrucciones
la vida íntima de dos esa historia mundial en livre de poche es tal vez un cantar de los cantares más el eclesiastés y sin apocalipsis una extraña geografía con torrentes ensenadas praderas y calmas chichas
no podemos quejarnos en treinta años la vida nos ha llevado recio y traído suave nos ha tenido tan pero tan ocupados que siempre nos deja algo para descubrirnos a veces nos separa y nos necesitamos cuando uno necesita se siente vivo entonces nos acerca y nos necesitamos
es bueno tener a mi mujer aquí aunque estemos silenciosos y sin mirarnos ella leyendo su séptimo círculo y adivinando siempre quién es el asesino yo escuchando noticias de onda corta con el auricular para no molestarla y sabiendo también quién es el asesino
la vida de pareja en treinta años es una colección inimitable de tangos diccionarios angustias mejorías aeropuertos camas recompensas condenas pero siempre hay un llanto finísimo casi un hilo que nos atraviesa y va enhebrando una estación con otra borda aplazamientos y triunfos le cose los botones al desorden y hasta remienda melancolías
siempre hay un finísimo llanto un placer que a veces ni siquiera tiene lágrimas y es la parábola de esta historia mixta la vida a cuatro manos el desvelo o la alegría en que nos apoyamos cada vez más seguros casi como dos equilibristas sobre su alambre de otro modo no habríamos llegado a saber qué significa el brindis que ahora sigue y que lógicamente no vamos a hacer público