Si esta pobre existencia es como un puente colgante entre dos áridos mutismos vale decir entre dos muertes a todas luces (o mejor a todas sombras) lo inapelable lo definitivo lo importante vendría a ser la muerte
¿o no? somos cardúmenes de vivos que navegamos ciegos / consolables de muerte a muerte y sin escalas
de esta tregua brevísima querría llevarme algunas cosas verbigracia el latido del amor el libro que releo en los insomnios la mirada sin niebla de los justos y otra vez el latido del amor
esto de no ser más / de terminarse tiene algo de aventura o de presidio del ocaso al acaso media un palmo de la nada a la nada va una vida
allá lejos / la simple ceremonia de esa boca de niño junto a un pecho de madre manantial es un envite inútil a la nada un simulacro espléndido / un adiós
pero la nada espera / no se olvida de todas sus promesas serviciales sus lágrimas de paz y protocolo sus grietas en la tierra y en el cielo
¿cómo no ser curioso? ¿cómo no hacer apuestas a favor o en contra hasta que alguien pronuncie el no va más?
estoy henchido de curiosidad callado como un pino en el crepúsculo cuando el sol / ese impar / muere de a poco y también él esconde sus vergüenzas
curioso y en silencio / yo me espío a ver si la esperanza cicatriza o si las servidumbres se desmandan o si el secreto a voces me concierne
estoy flotante de curiosidad ávido de saber o de sufrirme flotante entre mis miedos esclavo de mis auras señor de mis cenizas
alguna vez la nada será mía y yo / curioso la venderé al mejor postor y si él / a su vez / desencantado la subasta en la plaza / podré esfumarme al fin como si nada