Cuando se acercan a la nada y más aún cuando se enfrentan al pavoroso linde de tinieblas los poderosos no consiguen pasar de contrabando su poder ni la mochila azul de sus lingotes ni el chaleco antimuerte ni el triste semillero de sus fobias
pero cuando los pobres de la tierra se acercan a la nada los aduaneros nada les confiscan salvo el hambre o la sed o el cuerpo en ruinas
los pobres de la tierra pasan como si nada pero tampoco se hagan ilusiones ya que la nada es nada más que eso y esa belleza sobrecogedora que aterra a poderosos e indigentes a todos los ignora por igual