Cada vez que miro por el ojo de buey veo un mar distinto a cualquier otro mar no sé si es que el mar cambia mi mirada o si es mi mirada la que transforma al mar
cada barco tiene sus bueyes de ojo único bueyes tuertos que añoran su tristeza verde en cambio el buey que tiene su auténtica pradera mira con sus dos ojos y nunca añora el mar
cada vez que miro por el ojo de buey veo un mar distinto a cualquier otro mar pero a medida que pasan inviernos y oleajes acecho con mi propio ojo de buey mi propio y fatigado ojo de buey y sin pudor añoro el herbazal tan verde de aquel viejo amor joven su alegre novillada