Soy el que sabe que no es menos vano que el vano observador que en el espejo de silencio y cristal sigue el reflejo o el cuerpo (da lo mismo) del hermano.Soy, tΓ‘citos amigos, el que sabe que no hay otra venganza que el olvido ni otro perdΓ³n. Un dios ha concedido al odio humano esta curiosa llave.Soy el que pese a tan ilustres modos de errar, no ha descifrado el laberinto singular y plural, arduo y distinto,del tiempo, que es uno y es de todos. Soy el que es nadie, el que no fue una espada en la guerra. Soy eco, olvido, nada.