Cuando tango la zampoña cuando tango el sacabuche, jamás pienso en quien me escuche ni en quien me allane la moña. 1 Y así la zampoña taño, 2 pizzico así la vihuela cantando mi cantinela como trovero de antaño...
Yo no pienso en quién me escuche. Yo no pienso en quien me loe ni en quien el talón me roe cuando tango el sacabuche, cuando soplo en el obóe, cuando tango la zampoña.
Ni en buscar el sortilegio -con glisado tal o arpegioque embelece a daifa o doña, cuando tango el sacabuche... Cuando soplo en el obóe, cuando soplo en la dulzaina, no pienso en boina ni en vaina; ni en Burdeos o en Borgoña cuando tango la zampoña-
Cuando soplo en la dulzaina y si percuto el adufe no pienso en que vozne o bufe ni el cretino ni el tontaina ni el doctorado en Lovaina. Cuando tango la zampoña, si pizzico en la bandurria no me importa ni la murria que me enerva y emponzoña.
Cuando tango el sacabuche, cuando raspo el bandolín ni cuando froto el violín, yo no pienso en quien me escuche.
Si resoplo en el fagote, si taño la cornamusa, cuando tango la zampoña, cuando soplo en la ocarina no pienso en daifa ni en doña (si me alabe o me abomina, si se enfada o se alborote...)
Si taño la cornamusa, laude pido o doy excusa jamás, ni a Apolo ni al zote ni a la mismísima Musa de alto copete o de moña, ni a Luis de Góngora Argote, si resoplo en el fagote, cuando tango la zampoña.