Oh Pöe! oh Pöe! oh Pöe! Genio del signo fatídico! Alma que en mí domina! Faro de luces negras...!: Acógeme en tu lóbrego retiro de silencio. Acógeme en tu místico retiro de pavura... Y en el retiro cándido de tus amores puros!
Oh Pöe! Oh Pöe! Oh Pöe! Faro de luces negras...! Alma que en mí domina...! Transpórtame a las tierras de Weir, de sombras llenas! Transpórtame a las tierras de Weir, donde Ulalume regó sobre tu alma su fragante perfume...
Condúceme a tu reino, a ese reino lejano donde nació Annabel, envidia de los ángeles!
Donde se ve su tumba cerca del mar sereno, bajo del cielo torvo donde tu estrella arde!
Llévame a ver el cuervo. Llévame a ver el cuervo cogitabundo y hosco Llévame a ver el cuervo -sobre el busto de Palas- que en su trágico orgullo te azotó con sus alas!
Llévame a ver el cuervo, cogitabundo y fosco, llévame a ver el cuervo...: ese cuervo fatídico -alma que en mí domina!- -faro de luces negras!- ese cuervo es mi signo, y a sus influjos pávidos obedecen mis flierzas, de horror y sombra llenas!
Llévame a ver el cuervo, que en un país lejano, -en el país quimérico de demonios y ángeles- sobre el marmóreo busto, cogitabundo y torvo, sarcástico y sereno, mira, impávido y sordo, el dolor que en tí arde...
Transpórtame a las tierras de Eulalia y de Ligeïa! Transpórtame a las tierras de Weir, donde Ulalume regó sobre tu alma su fragante perfume...! Acógeme en tu lóbrego retiro de silencio...
Oh Pöe! Oh Pöe! Oh Pöe! faro de luces negras!
Acógeme en tu místico retiro de pavura... Oh Pöe! Oh Pöe! Oh Pöe! Genio del signo fatídico...!
Y en el retiro cándido de tus amores puros! Oh Pöe! Oh Pöe! Oh Pöe! alma que en mí domina!
Llévame a ver el cuervo cogitabundo y torvo! Llévame a ver el cuervo -sobre el busto de Palas- que en su trágico orgullo te azotó con sus alas!