Hablaba de otro modo que nosotros todos, de otras cosas, de aquí, mas nunca dichas antes que las dijera. Lo era todo: Naturaleza, amor y libro.
Como la aurora, siempre, comenzaba de un modo no previsto, ¡tan distante de todo lo soñado! Siempre, como las doce, llegaba a su cenit, de una manera no sospechada, ¡tan distante de todo lo contado! Como el ocaso, siempre, se callaba de un modo inesperable, ¡tan distante de todo lo pensado!
¡Qué lejos, y qué cerca de mí su cuerpo! Su alma, ¡qué lejos, y qué cerca de mí! ...Naturaleza, amor y libro.