Cuántas lamentaciones ante el muro coronado de pálidas almenas... (No estoy seguro...) Un canto de sirenas o de cadenas... (Ya no estoy seguro...)
Palpitación salada... Y el conjuro de la aventura... Sobre las arenas, pasos... (no estoy seguro...), o eran penas, llagas de sombra sobre el oro puro.
Y eran las nubes y las estaciones... Y alguien pasaba... Y alguien trasponía puertas de niebla, alcázares de espanto,
mar con marfil de las constelaciones... y se ocultaba, y reaparecía, hijo del gozo con su cruz de llanto...