Hemos visto, ¡alegría!, dar el viento gloria final a las hojas doradas. Arder, fundirse el monte en llamaradas crepusculares, trágico y sangriento.Gira, asciende, enloquece, pensamiento. Hoy da el otoño suelta a sus manadas. ¿No sientes a lo lejos sus pisadas? Pasan, dejando el campo amarillento.Por esto, por sentirnos todavía música y viento y hojas, ¡alegría! Por el dolor que nos tiene cautivos,por la sangre que mana de la herida ¡alegría en el nombre de la vida! Somos alegres porque estamos vivos.