La balanza -bien lo veo- está vencida hacia el lado del platillo malo. ¿Quién me puso allí ese peso? No fui yo, pero allí esta puesto en mi daño, y cargo con pesadumbres que trajeron otras manos. Señor, lo que yo no puse ¿por qué me es fuerza quitarlo? ¡Y hay muchas cosas queridas en ese plato malo!