Ya llena de sí solo la litera Matón, que apenas anteyer hacía (flaco y magro malsín) sombra, y cabía, sobrando sitio, en una ratonera. Hoy, mal introducida con la esfera su casa, al sol los pasos le desvía, y es tropezón de estrellas; y algún día, si fuera más capaz, pocilga fuera. Cuando a todos pidió, le conocimos; no nos conoce cuando a todos toma; y hoy dejamos de ser lo que ayer dimos. Sóbrale tanto cuanto falta a Roma; y no nos puede ver, porque le vimos: lo que fue esconde; lo que usurpa asoma.