¡Qué perezosos pies, qué entretenidos Pasos lleva la Muerte por mis daños! El camino me alargan los engaños, Y en mí se escandalizan los perdidos. Mis ojos no se dan por entendidos; Y por descaminar mis desengaños, Me disimulan la verdad los años Y les guardan el sueño a los sentidos. Del vientre a la prisión vine en naciendo, De la prisión iré al sepulcro amando, Y siempre en el sepulcro estaré ardiendo. Cuantos plazos la Muerte me va dando, Prolijidades son que va creciendo, Porque no acabe de morir penando.