Cuando esperando está la sepoltura por semilla mi cuerpo fatigado, doy mi sudor al reluciente arado y sigo la robusta agricultura. Disculpa tiene, Fabio, mi locura, si me quieres creer escarmentado: probé la pretensión con mi cuidado, y hallo que es la tierra menos dura. Recojo en fruto lo que aquí derramo, y derramaba allá lo que cogía: quien se fía de Dios sirve a buen amo. Más quiero depender del sol y el día, y de la agua, aunque tarde, si la llamo, que de l'áulica infiel astrología.