Cuando me vuelvo atrás a ver los años que han nevado la edad florida mía; cuando miro las redes, los engaños donde me vi algún día, más me alegro de verme fuera dellos que un tiempo me pesó de padecellos. Pasa Veloz del mundo la figura, y la muerte los pasos apresura; la vida fugitiva nunca para, ni el Tiempo vuelve atrás la anciana cara. A llanto nace el hombre, y entre tanto nace con el llanto y todas las miserias una a una, y sin saberlo empieza la Jornada desde la primer cuna a la postrera cama rehusada; y las más veces, ¡oh, terrible caso!, suele juntarlo todo un breve paso y el necio que imagina que empezaba el camino, le acaba. ¡Dichoso el que dispuesto ya a pasalle, le empieza a andar con miedo de acaballe! Sólo el necio mancebo, que corona de flores la cabeza, es el que solo empieza siempre a vivir de nuevo. ¡Dichoso aquel que Vive de tal suerte que el sale a recibir su misma muerte!