Por ser mayor el cerco de oro ardiente Del sol que el globo opaco de la tierra, Y menor que éste el que a la Luna cierra Las tres caras que muestra diferente, Ya la vemos menguante, ya creciente, Ya en la sombra el Eclipse nos la entierra; Mas a los seis Planetas no hace guerra, Ni Estrella fija sus injurias siente. La llama de mi amor, que está clavada En el alto Cénit del Firmamento, Ni mengua en sombras ni se ve eclipsada. Las manchas de la tierra no las siento, Que no alcanza su noche a la sagrada Región donde mi fe tiene su asiento.