Señor don Juan, pues con la fiebre apenas Se calienta la sangre desmayada, Y por la mucha edad, desabrigada Tiembla, no pulsa entre la arteria y venas; Pues que de nieve están las cumbres llenas La boca de los años saqueada, La vista enferma en noche sepultada, Y las potencias de ejercicio ajenas: Salid a recibir la sepultura, Acariciad la tumba y monumento, Que morir vivo es última cordura. La mayor parte de la Muerte, siento Que se pasa en contentos y locura; Y a la menor se guarda el sentimiento.