¡Por qué empeñarse en buscar a quién se quiere esconder! Si Dios no se deja ver, alma, ¿cómo les has de hallar?
Y aún pretendes lograr que esa esfinge que se esconde y calla, te diga dónde recobrarás a tu muerta.
¡Ilusa, llama a otra puerta, que en ésta nadie responde! -Hay que empeñarse en buscar a quien se quiere esconder. Si Dios no se deja ver, alma, le tienes que hallar por fuerza.
Y has de lograr que esa esfinge que se esconde y calla, te diga dónde recobrarás a tu muerta.
¡Si la Fe llama a una puerta, el Amor siempre responde!