O no hay alma, y mi muerta ya no existe (conforme el duro y cruel "polvo serás")... o no puede venir, y está muy triste; pero olvidarse de mi amor, ¡jamás!
Si de lo que ella fue sólo viviese un átomo consciente, tras la fría transmutación de los sepulcros, ¡ese átomo de conciencia me amaría!