¿Encontrará la ciencia las almas de los muertos un día, y a la angustia y el llanto que los van buscando, del Enigma por los limbos inciertos, responderá la boca del abismo: "Aquí están"?
¿Descubriremos ondas etéreas que transmitan a los desaparecidos la voz de nuestro amor, y habrá para lo que ellos decirnos necesitan algún maravilloso y oculto receptor?
¡Oh milagro, tu sola perspectiva nos pasma! Pero ¿qué hay imposible para la voluntad del hombre, que a su antojo tenaz todo lo plasma? ¡Ante el imperativo del genio, mi fantasma tendrás que devolverme por fuerza, Eternidad!