Oremos por las nuevas generaciones, abrumadas de tedios y decepciones; con ellas en la noche nos hundiremos. Oremos por los seres desventurados, de moral impotencia contaminados... ¡Oremos!
Oremos por la turba que a cruel prüeba sometida, se abate sobre la gleba; galeote que agita siempre los remos en el mar de la vida revuelto y hondo, danaide que sustenta tonel sin fondo... ¡Oremos!
Oremos por los místicos, por los neuróticos nostálgicos de sombra, de templos góticos y de cristos llagados, que con supremos desconsuelos recorren su ruta fiera, levantando sus cruces como bandera. ¡Oremos!
Oremos por los que odian los ideales, por los que van cegando los manantiales de amor y de esperanza de que bebemos, y derrocan al Cristo con saña impía, y después lloran, viendo l'ara vacía. ¡Oremos!
Oremos por los sabios, por el enjambre de artistas exquisitos que mueren de hambre. ¡Ay!, el pan del espíritu les debemos, aprendimos por ellos a alzar las frentes, y helos pobres, escuálidos, tristes, dolientes... ¡Oremos!
Oremos por las células de donde brotan ideas-resplandores, y que se agotan prodigando su savia: no las burlemos. ¿Qué fuera de nosotros sin su energía? Oremos por el siglo, por su agonía del Suicidio en las negras fauces... ¡Oremos!