¡Qué son diez años para la vida de una estrella! Mas para el triste amante que encontró la mitad de su alma en el camino, y se enamoró della, diez años de connubio son una eternidad.
Diez años, cuatro meses y siete días quiso el Arcano, que encauza las vidas paralelas, juntarnos no en meloso y estulto paraíso, sino en la comunión de las almas gemelas.
Conducidos marchamos por un amor experto; del brazo siempre fuimos,
y tal nos adoramos, que... ¡no sé quién ha muerto, o si los dos morimos!